Recorría el año 2005 cuando Jaime Lopera y Marta Inés Bernal publicaron su famoso libro: La culpa es de la vaca. En sus primeras páginas destaca un resumen de un artículo, publicado originalmente por el profesor Fernando Cepeda en el diario El Tiempo. La idea central transcurre en el marco de una exportación de artículos de cuero colombianos a los Estados Unidos. Sin más, uno tras otro protagonista sentencia que la culpa es del anterior en la cadena productiva, hasta que la conclusión final reza en ton de burla:
La conclusión del consultor extranjero fue muy simple: los productores colombianos de carteras de cuero no pueden competir en el mercado de Estados Unidos “¡porque sus vacas son estúpidas!”.
Y sí, la culpa es de la vaca.
El problema central es que lastimosamente el Beermad 4ta edición no fue lo esperado. Acudieron menos personas de las esperadas, dicen los organizadores alrededor de 9.500.
Logo BeerMad 4ta edición
¿Qué es el Beermad?
Para nuestros lectores hispanoamericanos quizás lo más importante es contarles qué es el Beermad. Ellos se autodefinen como “El evento cervecero más esperado de Madrid”. En un intento de posicionarse en un continente con una gran variedad de opciones al respecto.
En esta ocasión se desarrolló la 4ta edición, y en su web los organizadores ofrecían básicamente 4 actividades: música en vivo, catas, II encuentro de blogueros, y street food.
4 días que en principio se veían bastante bien para los que asistíamos por primera vez. Además, una oferta cervecera que no se veía mal: Arriaca, Garage, La Virgen, Península, Domus, Jakobsland, Pilsner Urquell, Brewdog, entre otras.
Visitando el BeerMad 4ta edición
Lo bueno
Entre las cosas a destacar es que en medio de que la oferta cervecera no era “impresionante”, sí que era interesante. Había de dónde escoger.
Aunque no estuvimos presentes, hemos leído buenos comentarios acerca del encuentro de blogueros, en donde aparentemente hubo buena camaradería y los que participaron la pasaron bien.
El lugar era cómodo. La variedad de comida era la justa para no sentir que era un festival gastronómico ni poco como para echar de menos algo.
La oferta musical fue amplia y variada.
Yakka Cerveza de Murcia.
Lo malo
Pues no sé si asegurar que fue la suma de pequeñas casualidades con cierta falta de empatía de todos los protagonistas.
Lo primero a decir es que claramente el clima no ayudó, días fríos, ventosos y con cierta sensación de abandono del verano que no motivó mayor gana de salir de casa.
Lo segundo, el costo. Y aquí hay mucho que decir. Pues entiendo perfectamente que el precio de las entradas se establece en base a dos valores: los costos + las ganancias esperadas. Pero lo que nunca debe dejarse de lado es la relación entre el costo y el valor. Sí, esto es relativo.
Aunque cómodo, el lugar no está tan bien comunicado.
Entiendo que la música es parte integral de un festival, pero hubo momentos en los que no podíamos cruzar dos palabras.
Otra cosa que no me termina de cerrar es la barra competencia de la organización. Entiendo que en un festival se presenten productos alternativos o incluso sustitutos, pero cuando este se lleva protagonismo es una estocada para tus clientes, que son los stands. No sé.
Lo feo
Pero entre todas las cosas dichas hay algo que sí que quisiera comentar. Mucha queja de parte de muchas de las cervecerías participantes, pero ¿qué hicieron estos por atraer más clientes a sus stands? Pero después de 40 minutos de caminar alrededor de los stands, y de que evidentemente teníamos nuestros vasos vacíos, y los stands también, NADIE nos invitó a degustar de sus cervezas. Esto yo lo comprendo perfectamente cuando te ha ido tan bien que ya estás agotado y has vendido tanto que o no tienes qué ofrecer o no lo necesitas.
Sigo sin comprender la actitud de muchos expositores que, sentados en su stand con cara de pocos amigos disminuyen sus posibilidades de venta. Era claro que la situación fue para muchos comprometedora, ¿qué hicieron estos para vender más? Poco.
Otra cosa a mencionar es que de alguna forma fuimos estafados en uno de los stands. Ya que nos dijeron que las fichas que entregaban a la entrada tenían un valor inferior al real. Nos dimos cuenta tarde, pero, no valía la pena reclamar.
Nuestro comentario
Después de 40 minutos me decidí por visitar los stands de Basqueland Brewing, Yakka Cervezas, y Brewdog. Y finalmente una maravillosa picada de jamón serrano de la Ibericoteca. Luego de eso a casa. Sin más. El beermad no duró para mi más de unas pocas horas.
Basqueland Brewing
El siguiente año seguro volveré. Tendremos que ver qué ha cambiado y qué ha mejorado. No creo que todo lo visto sea negativo, pero sí creo que si no se toman correctivos estaremos frente a una “Crónica de una muerte anunciada”.
En fin, esperemos que todas las críticas hayan llegado a los oídos de los organizadores y el BeerMad se convierta en lo que Madrid merece, un festival a lo grande.
Con todo esto nos ha rondado en la mente lo importante que será el escribir un artículo acerca del coste real de participar en una feria.
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